Cada vez que una auxiliar de ayuda a domicilio entra
al hogar de una persona mayor ya sea hombre o mujer, sin querer se entera de
muchas situaciones familiares, entrar al domicilio de una persona mayor, es
entrar también a su intimidad familiar. Las auxiliares no solo apoyan a las
personas en sus actividades básicas de vida diaria, también escuchan los
problemas familiares, las quejas, los sufrimientos interiores, esos que ya nadie
quiere escuchar o consideran que no son importantes, pero que la auxiliar si
escucha con paciencia y cuando es posible ofrece palabras de consuelo. Dentro
del hogar pasan muchas situaciones de violencia física, verbal, económica, negligencia
y otras situaciones que son invisibles a los ojos de los demás,
desafortunadamente las mujeres mayores son las más afectadas, las que viven más
estas situaciones que las pone en una situación de mayor vulnerabilidad.
En Andalucía se llevó a cabo un estudio de
investigación por el Grupo de Investigación Género, Dependencia y Exclusión
Social de la Universidad de Jaén y promovido por la empresa CLECE el cual lleva
por nombre La violencia hacia las mujeres, en el estudio participaron
234 auxiliares de ayuda a domicilio y coordinadoras de los servicios de ayuda a
domicilio de la empresa Clece, además de 245 mujeres usuarias del servicio.
Los resultados que arroja dicha investigación
son alarmantes, el 35 % de las mujeres encuestadas asegura tener dificultades
para pedir ayuda, el 38% asegura no gestionar su dinero, pero además quien lo
gestiona son los hijos con problemas de drogadicción. El 91% de las mujeres mayores
dice sentirse triste y un 64 % dice sentirse sola. Afortunadamente las auxiliares
de ayuda a domicilio al entrar en esa intimidad del domicilio les permite detectar
estas realidades y cuando es necesario ponerlas en conocimiento de las
autoridades.
Las autoridades abogan por una mayor coordinación
entre los diferentes actores implicados y la labor que tienen las auxiliares deayuda a domicilio.