La llegada de la vacuna contra la COVID-19 abre una esperanza que acerca el final de la pandemia. Sin embargo, siempre hay desaprensivos que se intentan aprovechar de las necesidades o deseos de las personas más vulnerables, por lo que hay que estar atentos y no fiarse de cualquiera que ofrezca las vacunas y no pertenezca a la Servicio Nacional de Salud.
La vacuna que empezó a administrarse el domingo 27 la proporcionan los servicios sanitarios de cada comunidad autónoma y distribuye por grupos de vulnerabilidad, por lo que en ningún caso nadie puede tener en su poder dosis para administrar fuera de los cauces oficiales y de los tramos de población que se han establecido. Los primeros en recibir la vacuna son las personas que viven en residencias para la tercera edad y los trabajadores sociosanitarios, por lo que quienes viven en sus casas deberán sospechar inmediatamente si reciben una llamada que ofrezca la vacuna. Es la excusa que los estafadores usan para acceder a los domicilios de las personas mayores, lo que propiciaría la fácil comisión de delitos.
La Comandancia de la Guardia Civil ha alertado a la delegada de Salud y Familias en Sevilla, Regina Serrano, a la que han solicitado que pongan este nuevo fraude en conocimiento de todo el persona sanitario y en especial de las áreas sanitarias distribuidas en la provincia, para dar la mayor difusión posible para garantizar la seguridad de los mayores.
Cualquier persona que detecte alguna situación en la que ella o alguien que conozca se ve afectada por esta alerta o con la seguridad de los colectivos más vulnerables debe ponerse en contacto directamente con la Guardia Civil, en caso de urgencia a través del teléfono 062 o de la aplicación para móviles Alertcops o, en cualquier caso, que contacte con el cuartel más próximo a la localidad en la que se encuentre.