El objetivo de este centro es llegar a ser un punto de referencia en lo que a inteligencia artificial y nuevas tecnologías se refiere. Aunque las instalaciones están orientadas a la llegada de emprendedores, startups e inversores, no se han olvidado de los mayores, pues ofrecen cursos para ellos los martes alternos. Así, además de aprender sobre tecnología, tienen la oportunidad de establecer contacto con otras personas de su edad e, incluso, hacer nuevas amistades.
Gracias a estas clases, en las que no faltan los teléfonos móviles y las tabletas, la tercera edad aprende a utilizar estos dispositivos y se siente más incluida en la sociedad actual, dominada en gran medida por la tecnología y sus avances. Muchos de los asistentes a estas clases únicamente habían utilizado WhatsApp, pero los más aventajados ya se manejan con los relojes inteligentes para controlar aspectos de la salud. Otros de los aspectos que se tratan en las clases son el uso del DNI electrónico, las redes sociales, aprender a abrir una cuenta del banco, comprar entradas por Internet o utilizar Google Maps, todas ellas habilidades de gran utilidad para el día a día.
La rapidez con la que se suceden los cambios relacionados con la tecnología provoca que muchas personas mayores se sientan al margen de lo que ocurre y quieran saber cómo incorporar los diferentes dispositivos electrónicos en su vida cotidiana para no sentirse «analfabetos digitales». Además, gracias al aprendizaje de estas competencias digitales, muchos de ellos afirman que también están viendo cierta mejora en otras capacidades como, por ejemplo, la memoria.