La crisis sanitaria del coronavirus obligó al cierre del centro en el que los usuarios que son atendidos a través de la Asociación Alzheimer Huesca reciben sus terapias y tratamientos adecuados. El confinamiento está pasando factura tanto a los enfermos como a los cuidadores. La Asociación que atiende entorno a 50 familias en la provincia ha visto la necesidad de reforzar el servicio de apoyo a domicilio.
Las familias viven una doble problemática, la del enfermo que por falta de estimulación pierde a nivel cognitivo y físico y la familia que sufre una sobrecarga, cansancio y sintomatología psíquica además de la obligación de la vuelta al trabajo sin tener respuesta para el cuidado y atención del enfermo de alzhéimer u otra demencia.