Recomendamos un libro que nos proporciona una gran herramienta para trabajar la memoria en personas mayores.
En las personas mayores uno de los aspectos que más les preocupa es su memoria. La memoria humana facilita a la persona adaptarse a su día a día y proporciona identidad. Su pérdida conlleva la dificultad de llevar una vida autónoma y una desintegración del yo.
La memoria no es una entidad unitaria sino que está formada por distintas estructuras. Con el paso de los años, la memoria humana experimenta algunos cambios. En un proceso de ancianidad saludable, la memoria a largo plazo de tipo episódico y la de corto plazo son las más afectadas como también la recuperación de la información.
No recordar que se comió anteayer por la noche, ir a una habitación y no recordar que se iba a buscar, no recordar un nombre de un actor de una película de cine, de un cantante o de un lugar que hace años visité son algunos de los síntomas de estos cambios citados.
Según explican varios expertos, un entrenamiento constante, diario - aunque solo se dedique unos diez minutos-, con nuevos retos personales, nuevos problemas es un efecto protector de la memoria y las facultades cognitivas. Al mismo tiempo, cuando el entrenamiento va acompañado de un conocimiento de la memoria esto ayuda a la persona a identificar cuáles son sus fallos, de que tipo son- atención o memoria- y si se debe acudir o no al médico para valorar dicha pérdida.
Uno de los grandes miedos las personas mayores a cerca de perder su memoria es debido a que asocian dicha pérdida con los primeros síntomas que padecen las personas enfermas de trastornos neurodegenerativos, como por ejemplo el Alzheimer; enfermedad que amenaza a las personas a dejarlas desorientadas y confusas. Este temor a perder esta facultad puede impulsar a que la persona anciana manifieste quejas subjetivas o incapacidades para realizar determinadas tareas intelectuales.
En la sociedad actual, está muy aceptado que el envejecimiento comporta un grado de deterioro de la memoria. No obstante, los expertos destacan que un porcentaje importante de quejas se encuentran mediatizadas por componentes emocionales, que enfatizan aún más esta sensación de pérdida. Belsky y otros autores afirman "(...) las quejas sobre problemas de memoria en edad avanzada puedendeberme más frecuentemente a un diagnóstico de problemas emocionales que dificultades en el ámbito cognitivo (...)" (pág. 186). Estos mismos autores señalan que, a menudo, los déficits de memoria de una persona de la tercera edad suelen enmascarar otras patologías tales como son la depresión, la ansiedad u otros trastornos afectivos.
Independientemente, si hay quejas subjetivas de memoria como no y si dichas son reales o de tipo emocional el entrenar y estimular dicha memoria es la solución ante dicha situación. El libro "Entrena tu memoria. 100 preguntas, 100 respuestas y 100 actividades” posibilita al lector a entender el proceso memorización, factores implicados en este acto, como índice el proceso de envejecimiento y qué hacer para la memoria.
La mayoría de personas se ha inscrito alguna vez al gimnasio con el fin de sentirse más ágiles. Pero, sin embargo, es muy poca la gente que hace trabajar su memoria y, de hecho, todavía menos la que sabe que, para que esté en buena forma, hay que hacerla funcionar todos los días y plantearle retos que la mantengan activa.
Este es un libro que resuelve todas tus dudas acerca de la memoria y que te ofrece un montón de estrategias y de ejercicios prácticos para entrenarla a fondo y hacer que ganes agilidad y agudeza mental.
Es doctora en Psicología y educadora social. Durante más de doce años ha compaginado su trabajo en diversos centros como educadora y psicóloga de personas mayores con la docencia a profesionales dedicados a la atención a este colectivo.
Es jefa de estudios del área de personas mayores y de atención sociosanitaria en la Fundación Pere Tarrés y profesora asociada en la Universidad de Barcelona.